El Señor Jesucristo dijo que el segundo y grande mandamiento es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Esta enseñanza nos dice que todas las personas debemos darnos el mismo valor, la misma importancia y no menospreciar a las personas por su condiciòn social.
Pero la realidad de nuestra sociedad es que se les da mayor respeto a las personas que tienen mejores condiciones económicas y se menosprecia a aquellas que viven en la indigencia. Con frecuencia se escucha el dicho "tanto tienes, tanto vales", invalidando de esa manera el mandamiento del Señor.
Ahora, el llamado del Señor es a no caminar según la corriente del mundo y no en el sentido de menospreciar a aquellos que tienen buena posiciòn económica, sino de respetar a todos por igual.
Y la iglesia del Señor no debe olvidar eso, que todos hemos sido lavados con la sangre de Jesucristo, por lo que no se puede excluir a nadie.
Como dice la carta de Santiago 2:1-9: "Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?
Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros? Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores"
A esto se agrega que no nos podemos quedar de brazos cruzados ante la necesidad de nuestros hermanos. La fe que tenemos en el Señor debe manifestarse en las obras de amor.
Como agrega en los vericulos 15 y 16: "Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?"
Ayudar a nuestros hermanos es una necesidad, no podemos dejar de socorrernos unos a otros.
Es por eso que el Ministerio de Restauración Interdenominacional "Oasis de Esperanza" nace con el deseo de servir al Señor a travès de ayudar a los obreros del evangelio que por su vejez o enfermedad no pueden seguir trabajando y que no tienen dónde pasar sus últimos días.
El tiempo pasa y las necesidades son grandes, si Dios pone en su corazón colaborar con este ministerio comunìquese a la direcciòn electrónica: centrooasisdeesperanza@gmail.com
Ministerio
VISIÓN: Ser un ministerio de enseñanza y una expresión práctica del amor y compasión de todos los ministros cristianos retirados e incapacitados y sus grupos familiares de El Salvador, mediante la asistencia espiritual, teológica, psicológica y socioeconómica.
MISIÓN:Hacer la obra de amor y compasión de Jesucristo mediante la asistencia humanitaria y la restauración espiritual y psicosocial de los ministros cristianos retirados e incapacitados y sus grupos familiares
MISIÓN:Hacer la obra de amor y compasión de Jesucristo mediante la asistencia humanitaria y la restauración espiritual y psicosocial de los ministros cristianos retirados e incapacitados y sus grupos familiares